La invitacion.

A que estan esperando.

Muchos, pero bastantes, les diré montones de personas estaban esperando los cambios de Raúl, lo bueno es que todos estaban sentados, pues de lo contrario se hubiesen dado de culo, pero todavía, no crea por ahí andan algunos dándole la vuelta a la matraca y tratando de decir que la cuestión es de tiempo, bueno yo diría de días, alrededor de 18250 días, lo que en otras palabras serian otros 50 años de espera, al parecer muchos tienen complejo de elefantes cruzados con avestruz algo así como un animal que al mismo tiempo que entierra la cabeza en la arena se mete la trompa por..Si por ahí mismo señor.

Empecé hablando de esto del tiempo y los que todavía sueñan con cambios producidos por Raúl, porque sencillamente solo a los que han hecho de la luchar contra los Castros un medio de vida son los que pueden esperar cambios de quien los patea todos los días. Por ejemplo cuando el gobierno cubano y sus dirigentes anunciaron que se liberarían 178 oficios que podían sacar licencias y pagar impuestos muchos salieron dando brincos y gritando- ¡Miren los cambios!, ¡ahora sí!, ¡ya empezó la cosa!- ya la gente liberada y sin vínculos con el único empleador hasta ahora-el gobierno- ya no tienen obligación o compromiso con los Castros (como si fuesen libres de verdad) y no los pueden controlar…, pues nada se acabaron los paseos por el mercado, “todos los cuentapropista” como les llaman allá están “invitados” a participar del desfile, jejeje, no quiero reír, pero ¿Dónde es el cambio?, ¿ no sigue el control?


Yo que no soy de allá por poco me cago de la risa, no por los pobres cubanos y en especial esos nuevos e intrépidos cubanos que tratando de salir adelante o por quererse quitar el yugo de los comunistas han sido desempleados o han dejado sus trabajos y han sacado sus licencias y luchan duro cada día para progresar, sino me rio de los que esperando cambios se han dado el culazo nuevamente, resulta que quien le da las licencias, quien le cobra los impuestos y los vigila, los invita al desfile de los trabajadores, como diciéndoles- ¿a dónde vas mansa paloma?  no sabes que el gavilán te devora. La invitación a seguir siendo parte de algo que los ahoga cada días más, es como que el que van ahorcar tiene que comprar la soga, ¡coño! creo que es algo así o parecido.