La Alianza Maltina le salió mal la falta de respeto.

Hace unos días un grupúsculo (que rico usar las palabras del enemigo para joder) se les ocurrió poner un cartelón en la Pequeña Habana, con la idea de probar que en Miami existía libertad de expresión, eso es lo que dijeron después del lio, vaya como si Miami a pesar de ser la segunda ciudad de importancia de Cuba (primera económicamente) y proclamada la Séptima Provincia por muchos combatientes nacionalistas, no fuera parte de la gran nación americana.
Salieron muchos ofendidos, con toda razón, pues ese cartel no era más que una falta de respeto a los familiares de los pilotos asesinados en conspiración con los angelitos del cartel y esa no es la forma de medir la tolerancia, no les basta con los mítines y los programas de radio, las páginas en Internet, ahora quieren meter el dedo en herida como les enseño el amo de ellos, cada cual sirve a quien quiera, pero no me vengan a jeringar.
Otros querían dejarlo para probar y enseñarle a los cubanos de la isla como se vive en democracia, que aquí si se puede expresar lo que uno quiera y allá no, que dejen el cartelón así daremos una lección de civilismo, pues le digo que si depende de ese cartelón o algo parecido que los cubanos en la isla aprendan algo, pues que se queden brutos, pero con dignidad y no pasen una vez más por guanajos y se los coman el día de acción de gracia(como es la costumbre de los americanos, comerse a sus aliados) que ya bastante nos han pisoteado y traicionado.
Si queremos enseñar democracia, vamos a poner un cartel allá, que digo yo un cartel, vamos a hablar en una esquina, vamos a reunir a un grupo, pero bien grande y vamos a hablar de lo que sea, menos de pelota o de las curvas de la mulata de la esquina, vamos a hablar de libertad, de cambiar el gobierno, hablemos de juntar a los opositores en un bloque nacional, vamos a decirle a los que usan la Internet en Cuba que dediquen más tiempo a comunicarse con los vecinos y decirle lo que pasa en Cuba que es más fácil y barato, si yo se los cubanos de Cuba no tienen fulas, pero son los que necesitan incorporarse al movimiento opositor y no los de afuera, que no me digan mas que no me dejaron llegar a la Iglesia el domingo o que me empujaron a la mujer o que dos enanos de sacudieron y machucaron cuando fui a buscar agua a la esquina.
Los del cartel se quedaron con las ganas de faltar el respeto y los cubanos opositores que se pongan las pilas y se junten por lo menos a exigir libertad, porque los de afuera se están muriendo y los que quedan se están cansando.